Cuando Decidir es Sanar: Mi Camino hacia la Reconstrucción

Cuando Decidir es Sanar: Mi Camino hacia la Reconstrucción

por Lina M. Tellez

La vida a veces nos enfrenta con desafíos que nos obligan a parar, observar y decidir. En mi caso, el cáncer de tiroides fue uno de esos desafíos. Fue más que un diagnóstico; fue una oportunidad inesperada de reconstruirme desde la raíz. Y no fue la enfermedad lo que me transformó, sino las decisiones que tomé en cada paso del camino.

Cuando me dieron el diagnóstico, sentí cómo se quebraba el guion que creía controlarlo todo. Al escuchar la palabra “cáncer”, mi mundo pareció detenerse. Fue un golpe que sacudió mis cimientos, pero también un llamado a despertar. En medio del miedo, entendí que tenía dos caminos: dejar que el diagnóstico definiera mi historia o tomar las riendas y convertirlo en un capítulo de crecimiento. Elegí lo segundo, aunque no fue fácil.

El proceso de reconstrucción no fue inmediato ni lineal. Empezó con las pequeñas decisiones: cambiar mi alimentación, cuidar mi energía, aceptar ayuda y confiar en el equipo médico. Pero también incluyó elecciones más profundas, como reconciliarme conmigo misma y soltar historias que me habían acompañado toda la vida. Fue un momento para mirar de frente mis propios patrones y darme el permiso de cuestionarlos.

Uno de los momentos más transformadores fue darme cuenta de que no podía sanar sin perdonar. Había cargas emocionales que llevaba conmigo desde hacía años, algunas tan pesadas que casi no las notaba. Entender que el perdón no era para los demás, sino un acto de liberación personal, marcó un antes y un después en mi vida. Perdonar, incluso lo que parecía imperdonable, fue abrirme la puerta hacia una paz interior que jamás había conocido.

Hubo días en los que las decisiones parecían pequeñas, como escribir en mi diario para liberar el miedo que me robaba el sueño. Otros días fueron más desafiantes, como enfrentar verdades incómodas sobre mis relaciones, mis miedos y las expectativas que había cargado por años. Pero cada decisión fue un voto por mí misma, una forma de recordarme que valía la pena apostar por mi bienestar.

Hoy, cuando miro hacia atrás, veo que el cáncer fue una invitación a reconstruir una relación conmigo misma. Ya no desde el miedo ni la autoexigencia, sino desde la compasión y el amor propio. Aprendí que reconstruirse no significa borrar lo vivido, sino integrarlo como parte de nuestra historia, con sus luces y sombras.

Este proceso me enseñó algo invaluable: no somos lo que nos pasa, sino lo que decidimos hacer con ello. Cada pequeño "sí" que me di a mí misma marcó el ritmo de mi transformación. Y aunque el camino a veces se sintió incierto, descubrí que en cada decisión consciente hay una semilla de poder.

5 pasos para iniciar tu propia reconstrucción (inspirados en mi experiencia):

  1. Hablar a tiempo
    Reconocer y expresar lo que sientes es un acto de valentía. En mi camino, aprendí que decir "esto no está bien para mí" era un paso clave para ponerme en el centro de mi vida.
  2. Pedir ayuda sin culpa
    Soltar el "puedo con todo" es liberador. Desde aceptar el consejo de un médico hasta apoyarme en amigos y familia, entendí que pedir ayuda no es una debilidad, sino una fortaleza.
  3. Perdonar lo imperdonable
    El perdón no niega lo vivido, pero libera las cadenas emocionales que te atan al pasado. Cuando solté la carga de reprochar, mi cuerpo también empezó a sanar.
  4. Tomar tu lugar
    Como escribí en mi diario, dejé de buscar validación externa y empecé a reconocerme. Tomar mi lugar significó confiar en que merezco lo mejor, tal y como soy.
  5. Celebrar los momentos de disfrute
    Aprendí que disfrutar es mucho más que "estar bien". Es elegir la vida con todo lo que trae, darme permiso para reír, descansar y, sobre todo, agradecer el presente.

Quiero que esta historia y estos pasos sean un recordatorio de que, incluso en medio de los momentos más oscuros, tenemos el poder de elegir. Elegir cómo enfrentamos la tormenta, cómo construimos nuestros días y, sobre todo, cómo nos reconstruimos desde el amor.

Derechos Reservados Tribu Orgánica 2025